Teniendo en cuenta el tiempo libre que nos ha dado el mes de Agosto, he aprovechado para ver nuevamente la saga El Padrino con la idea de extraer algunas lecciones que nos puedan ayudar tanto en la vida como en los negocios.
Y es que aunque se trate de ficción, lo cierto es que ciertas actuaciones y comportamientos están bastante bien fundamentados desde un punto de vista neurocientífico. Sin ninguna duda, esta saga nos deja algunas lecciones muy útiles de las que podemos sacar provecho.
1. El arte de la guerra se basa en el engaño.
Esta frase de Sun Tzu, autor de el arte de la guerra, se representa en la película de el Padrino con asiduidad.
Tanto Vito Corleone como su hijo Michael Corleone usan el arte de la guerra en el momento en que se sientan a negociar con las otras familias y les hacen creer que todo está bien, que no hay rencor. Mientras tanto, ellos están planeando su venganza.
He visto a muchas personas salir cabreados de las empresas donde trabajan diciéndole a su jefe: «te vas a enterar, me voy a llevar a todos los clientes…» o cosas por el estilo. Y ésto es muy poco inteligente por parte de estas personas.
No hay que subestimar el poder que ejerce «el beso de Judas».
En un momento dado de mi carrera profesional en el mundo de las ventas, tenía en mente hacerme con todos los clientes que había logrado para llevármelos a la empresa donde iba a comenzar a trabajar.
En el momento de salir por la puerta de aquella empresa, me despedí amablemente, diciéndole a mis superiores que aunque había habido diferencias entre nosotros, había sido un placer trabajar con ellos en esa empresa.
Con el inicio de esta cordial despedida, mi superior me preguntó: «¿Qué vas a hacer ahora?¿qué tienes pensado?»
Le respondí que lo primero que iba a hacer era tomarme unas vacaciones, y que luego me iba a ir al norte para comenzar un proyecto que nada tenía que ver con el sector al que me había dedicado hasta ahora.
Lo cierto es que al día siguiente de despedirme comencé a visitar a todos mis clientes. Con calma y sin prisas. Uno por uno. Para cuando quisieron darse cuenta ya tenía lo que era mío.
De haber avisado de mis intenciones, es muy probable que se hubieran preparado y se hubieran dado prisa para visitar ellos mismos a mis clientes.
Mi cordial salida de aquella empresa únicamente era «el hacha de guerra oculta». Y esto nos llevaría a la siguiente lección que podemos extraer de el Padrino.
(Ver: 5 Lecciones de negocios que nunca hay que olvidar)
2. Que nadie sepa lo que estás pensando.
La información es poder. No la regales. Vito Corleone critica a su hijo Sonny por decir lo que piensa a miembros de otra familia. Michael Corleone hace la misma crítica a su sobrino.
Si dices lo que piensas, muestras tus intenciones y debilidades. Haces que el resto de las personas se preparen y pierdes el efecto sorpresa. Es decir, mostrar a los demás cuáles son tus pensamientos e intenciones te hace más vulnerable.
Si bien podríamos sacarle mucha utilidad en nuestra vida personal a este consejo, lo cierto es que en el mundo empresarial, cada vez más, se tiende a ese halo de misterio a la hora de pensar en un nuevo producto. ¿Te imaginas lo que le ocurriría a empresas como Apple o Microsoft si el resto de su competencia supieran cuáles van a ser los próximos pasos que van a dar?
Aplica esto también en tu vida en el día a día. Si tienes pensado hacer algo, no lo digas; hazlo. Luego cuenta lo que has hecho una vez que esté hecho. Es más útil que decir lo que tienes pensado hacer.
En ocasiones he visto a personas comunicar a sus amigos una intención para cumplir algo. Sus amigos, por algún motivo, se han encargado de estropearle esos planes. Y es que en ocasiones, las personas que menos te esperas, pueden usar la información que les regalas para beneficio propio o simplemente para intentar joderte. ¿El motivo? Muchos de tus amigos quieren que estés bien y que te vaya bien, pero no quieren que estés mejor que ellos o que te vaya mejor que ellos.
Si comunicas todos tus planes, la propia envidia de los demás o los intereses contrapuestos de las otras personas, podrían desbaratar todos tus planes.
(Ver: 7 poderosas lecciones de negocios extraídas de Breaking Bad)
3. Si no controlas las emociones, acabarán jugándote una mala pasada.
En la película de El Padrino, el ejemplo más claro sería el motivo del asesinato de Vito Corleone, Sonny, el cual se representa como una persona de carácter alterable y, por lo tanto, muy predecible. Si tus emociones te llevan a actuar y tomar decisiones en caliente, las emociones te traerán problemas.
Las emociones son las responsables de que muchos inversores pierdan dinero debido a las dos principales emociones que se dan en la inversión en bolsa: pánico y avaricia.
(Ver: Cómo sufrir menos y controlar tus emociones)
En los negocios ocurre lo mismo. Emociones y negocios son incompatibles. Mantente frío dentro de lo posible y toma las decisiones desde el cerebro, no desde el corazón, pues tomar una decisión en un estado de ira, te hará tomar la peor decisión. De igual modo, en un estado eufórico, tampoco es aconsejable tomar decisiones. Busca siempre, dentro de lo posible, un estado emocional neutral a la hora de tomar decisiones, o busca a una persona de confianza que te ayude para asegurar que tu decisión está dentro de lo racional.
Mantente frío. No reacciones inmediatamente. Eso es lo que los demás esperan de ti.
El silencio temporal y la falta de actos es una poderosa arma que puede hacer que los demás entren en confusión.
4. Un consejero.
La familia Corleone tiene a un consejero de confianza, el cual opina y aconseja, aunque en última instancia, es el jefe de la familia el que toma la decisión.
Un consejero es necesario en el mundo de las empresas, y de hecho, cada vez más, los directivos tienen su propio consejero (incluso un coach) que siempre piensa desde la frialdad y la racionalidad de lo que considera que sería mejor para el negocio.
5. Si vas a mentir, dales una razón para que crean esa mentira.
En esta escena de la película, se representa a la perfección un truco psicológico. Cuando Vito Corleone se sienta con el resto de familias, les dice que no se vengará por la muerte de su hijo Sonny. En este punto, el resto de familias le podrían haber creído o no. Para hacer sonar esa mentira más creíble, da una razón muy lógica: «con la condición de que nadie atente contra la vida de mi otro hijo». De esta forma hace sonar su mentira más creíble al mostrar a los demás un motivo por el que toma esta decisión, siendo ese motivo un posible miedo a perder a su otro hijo.
De esta forma, una vez creída esa mentira, el resto de familias bajan la guardia y, el final, creo que todos lo conocemos. Finalmente es su hijo Michael el que planea la ejecución de los jefes de las cinco familias.
Conclusión: Si no das una razón lógica a la hora de decir algo creíble, se generará una duda de por qué lo haces.
6. Ten a tus enemigos cerca.
Existe el viejo dicho: «ten a tus amigos cerca, y a tus enemigos aún más cerca.» Este famoso dicho viene desde tiempos muy antiguos. Cuando un rey sabía que ciertos individuos o generales podían estar planeando un complot contra él, el rey les invitaba a sus dominios y de esta forma, los tenía controlados, informándose a través de diferentes medios de cuáles serían los pasos que darían y quiénes están implicados.
Es una excelente forma de saber cómo piensa tu enemigo, cómo es realmente, cuáles son sus debilidades, y de esta forma, saber cómo actuar llegado el momento.
Como podemos ver, todo consiste en ser frío y calculador, características muy necesarias en el mundo de los negocios.
Ver: Cómo influir en las personas con estos 4 trucos psicológicos.
Fuente: https://negocios1000.com/2017/08/6-lecciones-de-el-padrino-para-la-vida-negocios.html