Iniciar un negocio en solitario suele ser emocionante pero bastante duro y demandante al momento de resolver situaciones complicadas.
De ahí que mientras damos vida a la idea de negocio surgen la interrogantes que todos nos hacemos acerca de la conveniencia de asociarse:
- ¿Debo buscar un socio?
- ¿Podré solo con la carga económica y mental del desarrollo de mi proyecto?
- ¿Mas vale solo, que mal acompañado?
- ¿Qué es lo más conveniente para asegurar que el negocio funcione?
El dudar si el negocio caminara bien asociándote con otra persona puede ser una cuestión de gran importancia al iniciar que puede hacer la diferencia en el éxito o fracaso de una empresa.
Por un lado, esta comprobado que las llamadas Sociedades Anónimas pueden funcionar muy bien y potenciar las posibilidades a niveles inimaginables, siempre que se sigan algunas reglas.
Ventajas de un Negocio en Sociedad
- Compartes la inversión
- Compartes responsabilidades y la carga de trabajo
- Tomas decisiones más consensuadas
- Existe equilibrio de ideas al momento de planificar
- La resolución de problemas cotidianos puede ser más efectiva
Desventajas de un negocio en sociedad
- Problemas si las condiciones no son claras
- Molestia si no se distribuyen claramente las funciones
- Mal manejo del dinero
- Confusión con el personal
- Desgaste innecesario en discusiones
En general, tus decisiones pueden ser mas atinadas si cuentas con un socio.
Pero, ¿cómo lograr el éxito en una sociedad?
Asociarse significa compartir la carga en todo el sentido de la palabra. Si lo entendemos así desde un inicio es más fácil “subirse al barco” en un proyecto de negocios.
Hablamos de compartir la responsabilidad del negocio, el capital a invertir, el trabajo y también las ganancias.
Desde luego que esta distribución puede ser compartida entre uno o más socios y no necesariamente significa que todos tengan que tener partes iguales.
Un aspecto determinante es que las sociedades pueden dividirse estas atribuciones en proporciones claramente acordadas desde un inicio. De hecho, no todos invierten lo mismo, por lo tanto no todos ganarán lo mismo.
Algunos socios aportan dinero, otros aportarán maquinaria y equipo, otros invierten su tiempo y mano de obra y eventualmente otros solo asesorías.
Todo es importante y valioso para el desarrollo de una empresa. Sin embargo, lo fundamental no es la proporción en si misma, sino el cuidar que todo lo relacionado con la sociedad quede cuidadosamente estipulado y con la suficiente claridad por parte de cada socio involucrado.
Cada uno debe asumir responsabilidades especificas y de preferencia tener un salario asignado por ellas. Debe acordarse desde un inicio y en detalle sus atribuciones, horarios, responsabilidades y lo que se espera de el.
Todo debe quedar por escrito. Por ello es clave que se elabore un documento que puede llamarse “acuerdo de sociedad“, “pacto de socios” o similar, en donde se deje por escrito los acuerdos iniciales que correspondan.
Desde luego, si los socios lo consideran conveniente, o si el nivel de inversión lo amerita, este documento deberá legalizarse a fin de protegerse mutuamente y evitar que un desacuerdo pueda afectar a la empresa o a los demás socios.
Lamentablemente, en la práctica muchas sociedades y empresas son debilitadas y hasta destruidas por simples malentendidos o desacuerdos entre los socios, que de haberse establecido por escrito y estipulado con suficiente claridad, no hubiesen ocurrido.
En conclusión, las sociedades funcionan. Dos o tres cabezas piensan mejor que una y el proverbio conocido de “la unión hace la fuerza” es real a la hora de hacer negocios.
La clave, es el respeto entre si mismos y elaborar el acuerdo que les fortalezca y proteja como empresarios.
¿Has participado en alguna sociedad?
¿Podrías aportar algo de tu propia experiencia que enriquezca este tema?
Fuente: https://www.1000ideasdenegocios.com/2007/12/como-asegurar-que-una-sociedad-funcione.html